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La generación de diseñadores que volvió a poner de moda los sombreros

La Semana de la Moda de Milán, demuestra que los diseñadores están rompiendo moldes en el oficio de la sombrerería.

Estos son los cinco sombrereros revolucionarios que tienes que conocer.

  • Benny Andallo A sus 28 años, este autoproclamado ‘diseñador de corona bobas’ está arrasando con sus creaciones psicodélicas (Rihanna y Shygirl son admiradoras suyas). Pero su trabajo de ‘bobo’ no tiene nada: el sombrerero filipino-británico hace de la diversión el alma de sus diseños con el objetivo de alegrar y alentar la confianza de quien los lleva.
  • Maryam Keyhani “Me gusta imaginarme a personas adultas jugando a disfrazarse con mis diseños igual que si fueran niños”, dice la artista y sombrerera de 29 años, nacida en Teherán pero afincada en Berlín, de sus imaginativas creaciones. La diseñadora, con clara debilidad por los volúmenes y las texturas placenteras, difumina la frontera entre la escultura y la sombrerería.
  • Ruslan Baginskiy De Bella Hadid a Kaia Gerber y Madonna, Ruslan Baginskiy se ha posicionado, a sus 31 años, como el sombrerero de culto de las ‘celebrities’. A base de reimaginar los diseños más clásicos –como el fedora y el sombrero de gondolero– hasta convertirlos en imprescindibles del armario contemporáneo, el diseñador ucraniano busca devolver al tocado su estatus de accesorio accesible y a la moda.
  • James Pink Studio El diseñador de sombreros británico James Pink, de 26 años, fusiona un estilo historicista con el ‘streetwear’ de hoy en sus creaciones sin marcas de género. Desde su atelier en Leeds, este graduado de Central Saint Martins se vale de una combinación de técnicas tradicionales y tejidos modernos para dar como fruto una mezcla de referencias entre lo chic y lo camp. Y, cómo olvidarlo, el mismísimo Harry Styles ha llevado sus piezas.
  • Creature Featur3 La artista y sombrerera holandesa de 22 años, crea desde Londres desmesuradas piezas con mucho carácter que celebran al colectivo queer y a sus aliadxs, así como la individualidad de quien las lleve. Graduada en Central Saint Martins, tiende puentes entre la experimentación propia de las Bellas Artes y la practicidad para dar vida a tocados de fantasía con un punto descarado.

FUENTE: www.vogue.com